AFTAS EN NIÑOS ¿POR QUÉ APARECEN Y CÓMO TRATARLAS?

aftas en niños - Clínica dental Denia Doctoras Gandía

 Las aftas en niños, conocidas popularmente como llagas, son pequeñas vesículas que se forman sobre las paredes  de la boca del bebé o debajo de la lengua. Las aftas en niños son de color blanco y están rodeadas por un área roja y brillante. Prácticamente todos los niños presentan estas lesiones en algún momento de su vida. Para los bebés y niños, un afta es mucho más molesta que para un adulto, ya que no saben indicar cual es la raíz de la molestia. En la clínica dental Doctoras Gandía te ayudamos a identificar y te contamos cómo tratar esta lesión.

¿Por qué aparecen las aftas en niños?

Las aftas del niño pueden deberse a una hipersensibilidad a las bacterias que se suelen encontrar de forma en la boca del niño, a una infección de las amígdalas o a una falta de hierro, vitamina B12 o ácido fólico.

Generalmente la primera vez que ocurre, el niño presenta fiebre de 39 a 40 grados y a veces hasta un poco mas, y le aparecen en toda la boca, incluso en la lengua y encías, unas pequeñas ulceras (llagas), muy dolorosas,  que producen grandes molestias para masticar y tragar los alimentos; además, son muy sensibles y duelen al tocarlas y cuando se ponen en contacto con alimentos salados, calientes (aunque sea solo un poco) o de sabor fuerte.

¿Cuándo y cómo tratarlas?

Las aftas son pequeñas lesiones que en el 80% de los casos no necesitan tratamiento específico. Sin embargo, si aparecen aftas de forma recurrente, es importante acudir al odontopediatra, para que valore las posibles causas y determine qué tratamiento o tratamientos paliativos y preventivos pueden aplicarse para eliminar y prevenir la aparición de estas aftas en niños tan molestas para ellos.

Los casos de aftas con lesiones leves aisladas no requieren tratamiento significativo, los productos tópicos de la farmacia alivian las molestias y facilitan su curación. Por otra parte, para las lesiones más grandes recomendamos el uso de enjuagues bucales para eliminar las bacterias y reducir la inflamación, así como anti-inflamatorios para reducir el dolor y las molestias.

Las aftas en niños no tienen por qué ser peligrosas en sí mismas, pero sí pueden serlo sus consecuencias: si un bebé tiene un afta y, por la molestia que ésta le causa, no come adecuadamente, o no bebe adecuadamente, puede acarrear problemas secundarios de consecuencias más graves. De ahí la importancia de tratarlas. En nuestra clínica dental en Dénia, trataremos el problema de forma eficaz.

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