Mientras el feto va creciendo en la tripa de mamá, los dientes de leche ya comienzan a formarse desde la semana 12. Si bien hasta 6 meses después de que el pequeño haya nacido no se observará cómo brotan por fuera de las encías. Aunque el momento en el que los dientes de leche salen a la luz y el orden de los mismos varía en cada bebé, los síntomas que se producen con la salida de los primeros dientes, suelen ser siempre los mismos.
¿Cómo puedo saber si le están saliendo los dientes a mi bebé?
- La fiebre: la piel de los bebés es la más sensible del ser humano, por eso la salida de los dientes implica una destrucción de tejidos y una inflamación difícil de sobrellevar. Es posible que la erupción de los dientes de leche provoque unas décimas de fiebre en el niño, pero si pasa de 38ºC deberá observarse en el médico porque podría deberse a cualquier otra infección.
- Exceso de baba. Los bebés no saben tragar la saliva, por eso sueltan tantas babas encima de la ropa o en los objetos que se lleven a la boca. Pero además, los movimientos en la base dentaria provocan irritación y molestia, a lo que la saliva actúa como lubricante y alivia.
- Vómitos y diarrea. El sistema digestivo de un niño es muy sensible a los cambios corporales, por eso es probable que la salida de los dientes de leche provoque un trastorno. Es común que se altere la composición de los excrementos y la piel del bebé se irrite. Para ello es importante que el pequeño beba mucho líquido para que la orina no se concentre en exceso, y dejar que los genitales se aireen al cambiarle el pañal.
- Cambios de humor. La salida de los dientes de leche es un proceso molesto que puede alterar el humor del pequeño, variar su apetito o quitarle el sueño.
¿Cómo aliviar el malestar producido por la salida de los dientes de leche?
Para aliviar parte del dolor causado por la salida de los dientes, los padres pueden contar con algunos remedios caseros, como masajear las encías con una gasita mojada en agua o manzanilla fría. También servirá darle un mordedor que hayamos guardado en la nevera o trocitos de fruta pelada, puesto que el frío actúa como calmante (moderado, si fuera helado quemaría la piel).
La erupción de los dientes de leche es un proceso delicado y duradero. Se trata de tener paciencia con el pequeño y observar que en efecto no se trata de nada más grave que la dentición. Si tienes dudas acerca de este proceso o crees que tu bebé necesita su primera revisión con el odontopediatra en Denia, llámanos.